Según la prestigiosa Asociación española de la Industria termosolar, PROTERMOSOLAR, las centrales termosolares generan un gran número de puestos de trabajo desde el inicio de su construcción hasta su puesta en marcha.
Cada una de las mas de 40 plantas de 50 MW construidas en España durante los últimos años empleó a lo largo de sus distintas fases (diseño, fabricación de componentes e instalación) un promedio de 5.000 puestos de trabajo-equivalentes-año directos y otros tantos indirectos. Muchos de estos empleos son altamente cualificados.
Además, cada una de estas plantas de 50MW construidas en España empleó a unas 2.000 personas en el lugar de emplazamiento durante los dos años que duro su construcción. Una vez en operación requieren una plantilla indefinida de aproximadamente 50 trabajadores por planta.
La generación de energía eléctrica por medio de la tecnología CSP evita la importación de combustibles fósiles (petroleo, gas natural, etc) procedentes de terceros países contribuyendo así a reducir la dependencia energética del exterior.
La tecnología CSP, y cualquier tipo de energía renovable, permiten a los países que las implementan desarrollar tecnologías propias, mejoras, e innovaciones, contribuyendo así a avanzar hacia una economía del conocimiento.
Según la Agencia Internacional de la Energía durante el año 2014 el crecimiento del PIB mundial fue algo superior al 3% mientras que para el mismo periodo la emisión de gases de efecto invernadero se mantuvo constante.
Las centrales termosolares generan empleo, favorecen la I+D+i, y constituyen una fuente de abastecimiento energético autóctono. Sustentabilidad y crecimiento económico son términos compatibles.